Antes, aunque la situación era difícil, aún podíamos alimentarnos de una chica guapa. Todo empeoró con esas malditas películas. Quise ir a morder a los protagonistas, pero lo pensé mejor, porque entonces la competencia sería real.
¿No se pueden conformar con un vampiro común, vestido con ropa de algodón, chaparrito, moreno, un poco gordito y con calva incipiente? ¡Ah, no! ¡Ahora todas quieren que uno luzca como Brad Pitt, Tom Cruise, o Robert Pattinson!
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